1. Endeudarse más de lo necesario

 

 

En cualquier etapa de una empresa es normal que se requiera capital externo para seguir creciendo y mantener a flote a la organización. Los medios para financiarse son variados; por ejemplo, familia y amigos, créditos bancarios o inversiones de capital privado, por mencionar algunos.  

Lo importante es proyectar este financiamiento; la cantidad de dinero que se requiere, la tasa de interés que se tiene con dicho préstamo y el tiempo en qué se harán los pagos. Toda esta información nos ayudará a planear bien y hacer frente a estos compromisos sin afectar la contabilidad de la empresa.

Además, siempre debemos considerar que endeudarse de más no es lo mejor. Ya que puede llegar el punto en el que la deuda nos consuma y no podamos pagarla, convirtiéndose en un problema mayor. 

Tal vez, tener liquidez nos parezca la opción más segura pero tener dinero de más es un riesgo grande. Recordemos que el dinero que tenemos parado no está generando y sólo nos acarrea problemas futuros. Determina bien lo que necesitas y no pidas un préstamo por un monto mayor de lo que seas capaz de pagar.

2. Presupuestos  Irreales

Descontrol en el presupuesto planteado

Es de suma importancia mantener el mayor control posible sobre toda la empresa y en cuanto a la contabilidad esto cobra mayor relevancia. Al establecer metas y un presupuesto, lo ideal es apegarse a estos dos para todas las decisiones

Si las operaciones de la empresa lo permiten, es recomendable hacer cierres periódicos, ya sea diario, para un control más detallado o bien,  de forma semanal para tener una visión más amplia.  

Dedicar tiempo a medir cómo se alcanzan las metas te ayudará a identificar áreas de oportunidad, plantear otros escenarios y a realizar ajustes en tu presupuesto. Con lo que podrás optimizar tus posibilidades de alcanzar los objetivos establecidos

3. No establecer metas medibles

Al emprender, solemos olvidar establecer objetivos claros. Es común limitarnos a pensar “quiero vender mucho”, sin embargo es fundamental establecer metas cuantificables, ya sea en términos monetarios o en piezas vendidas. 

Tener claros los objetivos de venta es necesario e importante para  precisar el plazo en el que deseamos llegar a dichas metas: ya sea en un mes, un año, o cualquier otro periodo establecido. 

Pero no sólo se trata de fijar metas. Debemos hacer un plan para alcanzarlas, darles seguimiento constante y replantear la estrategia si es necesario. En muchas ocasiones, ponemos metas pero nos olvidamos de ellas o simplemente las dejamos de lado en el día a día. 

A través del monitoreo de nuestras metas haremos rentable nuestra empresa y podremos mantenernos en el mercado como una alternativa competitiva.

4. No separar tus cuentas personales y las de la . empresa

Mezclar las cuentas personales con las de la empresa puede generar grandes confusiones en la contabilidad. Además, dificultará el seguimiento de ingresos y egresos, así como los datos reales que te ayudarán a determinar el desempeño económico de la empresa. 

Por otro lado, no saber separar entre una y otra, podría poner en riesgo tus finanzas personales, en caso de que la empresa tenga problemas financieros. Lo que comprometería tu estabilidad económica y emocional. 

Por esta razón, mantener cuentas separadas es esencial a la hora de buscar una gestión adecuada, transparente y sostenible en el tiempo. 

5. Descontrol del flujo de efectivo

El flujo de efectivo es el dinero que tenemos disponible para emplearlo en los gastos de la empresa. Es importante mantenerlo para cubrir gastos variables y evitar la insolvencia, es decir, no poder hacer frente a nuestras obligaciones.

Otro de los errores en la contabilidad de una empresa es no controlar el flujo de efectivo. Permitir que se agote y después no saber qué hacer. Por eso hay que cuidarlo y siempre mantenerlo en un nivel que permita a la empresa cubrir gastos.

Si el flujo de efectivo, por alguna razón disminuye, podemos buscar un financiamiento que podamos pagar y que nos permita tener ese excedente para eventualidades. Incluir todas las transacciones, independientemente de su tamaño, no sólo ayuda a tener una visión completa de los flujos de efectivo. También es una buena práctica que te evitará muchos problemas cuando se realicen auditorías y para evitar discrepancias. 

Es muy importante no olvidar que, incluso, las transacciones más pequeñas son fundamentales para demostrar la transparencia y la integridad de los registros financieros de una empresa.

6. No contar con apoyo contable

Una empresa debe contar con personal idóneo sea por contratación directa o externo como outsourcing, en el caso de la mayoría de las empresas en Colombia por prespuestos es una excelente opción porque disminución de errores en procesos contables gracias a la especialización de los empleados de la empresa de outsourcing contable, así como por la mirada imparcial que ofrecerá respecto a los movimientos contables de su negocio.

  • Reducción de costos.
  • La empresa puede concentrarse en su core business.
  • Eficiencia humana y tecnológica.
  • Actualización constante

Asi mismo es indispensable contar con algún programa de contabilidad para automatizar procesos financieros. En los últimos años, estas alternativas han permitido optimizar tiempos, tener registros y datos precisos que impulsan un mejor control y crecimiento de las empresas.

Además, los programas de contabilidad también proporcionan información valiosa que ayudan en la estrategia de la empresa y la planificación fiscal, creación de facturas, así como en el seguimiento de los presupuestos y la evaluación de rendimiento. 

Contar con una buena asesoría, elimina todos los 5 errores antes mencionados y te catapulta al éxito.

 

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